AZUL 7

Receta para hacer el azul

Si quieres hacer azul,

agarra un trozo de cielo y mételo en una olla grande,

que puedas llevar al fuego del horizonte;

después mezcla el azul con sobras de rojo

de la madrugada, hasta que se deshaga;

vacía todo en un bacín bien limpio,

para que no quede nada de las impurezas de la tarde.

Finalmente, criba los restos de oro de la arena

del mediodía, hasta que el color se adhiera al fondo de metal.

Si quieres, para que los colores no se desprendan

con el tiempo, deposita en el líquido un corazón de melocotón quemado.

Lo verás deshacerse, sin dejar señal de que alguna vez

allí lo pusiste; y ni el negro de la ceniza dejará restos de ocre

en la superficie dorada. Puedes, entonces, levantar el color

hasta la altura de los ojos, y compararlo con el azul auténtico.

Ambos colores te parecerán semejantes, sin que

puedas distinguir entre uno y otro.

Así lo hice – yo, Abraham ben Judá Ibn Haim,

iluminador de Loulé – y dejé la receta a quien quisiera,

algún día, imitar el cielo.

Traducción de Vicente Araguas

Nuno Júdice (Portugal, 1949)

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AZUL 4

PRIMAVERAL
en AZUL…

por Rubén Darío

«…Mira en tus ojos, los míos,

Da al viento la cabellera,Y que bañe el sol ese oro

De luz salvaje y espléndida.

Dame que aprieten mis manos

Las tuyas de rosa y seda,

Y ríe, y muestren tus labios

Su púrpura húmeda y fresca.

Yo voy a decirte rimas,

Tú vas a escuchar risueña;

Si acaso algún ruiseñor

Viniese a posarse cerca,

Y a contar alguna historia

De ninfas, rosas o estrellas,

Tú no oirás notas ni trinos,

Sino, enamorada y regia,

Escucharás mis canciones

Fija en mis labios que tiemblan.

¡Oh, amada mía! Es el dulce

Tiempo de la primavera…»